Un hombre llamado Anthony Boyd fue ejecutado el jueves en Alabama, condenado por el secuestro y asesinato de Gregory Huguley en 1993. Huguley fue quemado vivo debido a una deuda de 200 dólares relacionada con el tráfico de drogas. La ejecución de Boyd se llevó a cabo mediante inhalación de nitrógeno, un método que ha sido comparado por expertos de la ONU con una forma de tortura.
A pesar de ser condenado basándose en los testimonios de un coacusado, Boyd siempre ha sostenido que es inocente. Esta es la 40ª ejecución en EE. UU. en 2023, superando las ejecuciones de 2013. La mayoría de las ejecuciones de este año se han realizado mediante inyección letal, pero la inhalación de nitrógeno se ha utilizado cinco veces, siendo introducida en Alabama en 2024. La pena de muerte ha sido abolida en 23 estados estadounidenses, y otros tres han impuesto un moratorio sobre las ejecuciones.
Fuentes