El servicio de seguridad SBU de Ucrania ha informado que, en los últimos dos años, más de 800 ucranianos, de los cuales 240 son menores, han sido reclutados por Rusia para cometer actos de sabotaje. Un caso notable es el de un joven de 17 años que viajó 500 millas para recoger una bomba, siendo pagado con 2.000 dólares para plantarla. El reclutamiento se lleva a cabo principalmente en Telegram, pero también en TikTok y plataformas de videojuegos, con el objetivo de manipular a menores vulnerables. La experta en seguridad cibernética, Anastasiia Apetik, ha subrayado que existe una estrategia de reclutamiento de niños, a veces incluso de 9 o 10 años. Los jóvenes son atraídos por promesas financieras, y algunos, como Vlad, reconocen que no apoyan a Rusia, pero han sido convencidos de aceptar tareas peligrosas.
El SBU advierte que los enemigos utilizan menores para fabricar explosivos a partir de productos químicos de uso doméstico. Los canales de reclutamiento no son explícitamente pro-rusos, pero amplifican los descontentos hacia el servicio militar. Telegram ha declarado que elimina los llamados a la violencia, pero los funcionarios ucranianos sospechan la implicación de agentes rusos en estas actividades.
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