A partir del 1 de septiembre de 2025, los coasegurados dejarán de beneficiarse del seguro de enfermedad gratuito, lo que afectará a pensionistas y personas vulnerables.

A partir del 1 de septiembre de 2025, los coasegurados perderán su condición de no financiados, lo que les exigirá un pago mensual para acceder a los servicios sanitarios. Estos cambios afectarán a los pensionistas con rentas bajas y a otros grupos vulnerables. Los médicos de familia advierten de los riesgos, subrayando que muchos pacientes no serán informados a tiempo. El proyecto de ley pretende estabilizar las finanzas públicas, y la cotización a la CASS se retendrá en origen para diversos subsidios.