El presidente interino del PSD, Sorin Grindeanu, declaró que ha advertido al Gobierno sobre la necesidad de aumentar el salario mínimo en 2026, advirtiendo que Rumanía corre el riesgo de entrar en una zona de infracción si no se ajusta a los compromisos europeos. Grindeanu discutió con la comisaria europea Roxana Mănzatu para obtener información relevante para las decisiones futuras.
A pesar de las posiciones divergentes en la Coalición de gobierno, donde UDMR afirmó que no habrá aumentos de ingresos el próximo año, los socialdemócratas consideran que congelar los salarios sería un error. Además, USR expresó que congelar el salario mínimo sería beneficioso, sugiriendo incluso reducir la tributación sobre el salario mínimo para apoyar a los ciudadanos. Esta discusión surge en un contexto económico tenso, con aumentos en los precios de la energía.
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