lunes 11:06
Diaspora
Foto: pixabay.com
Los docentes de la educación francófona entraron en huelga el 10 de noviembre, cuestionando las medidas adoptadas por el gobierno de la Federación Valonia-Bruselas. Entre ellas se encuentra la obligación de los profesores de secundaria de trabajar dos horas extra sin remuneración, lo que genera preocupaciones sobre la calidad de la educación y la estabilidad de los puestos de trabajo. Los profesores, como Jérémy Bléret, subrayan que la mayoría de los docentes ya trabajan 40 horas a la semana y que las medidas llevarán a la pérdida de empleos para 1.000-1.500 profesores, generando ahorros de aproximadamente 100 millones de euros.
La Ministra de Educación, Valérie Glatigny, intentó calmar los ánimos, afirmando que se abren anualmente más de 2.000 puestos con jornada completa en la educación secundaria. Además, el gobierno decidió revisar el programa escolar común básico, permitiendo cursos opcionales, lo que, según los sindicatos, contradice el objetivo de ofrecer una educación uniforme. Los sindicatos también critican los planes de reemplazar el actual sistema de titularización por contratos de duración indefinida, considerando que esto generará costos adicionales para el gobierno. Glatigny sostiene que estos cambios estabilizarán a los jóvenes profesores.
La Ministra de Educación, Valérie Glatigny, intentó calmar los ánimos, afirmando que se abren anualmente más de 2.000 puestos con jornada completa en la educación secundaria. Además, el gobierno decidió revisar el programa escolar común básico, permitiendo cursos opcionales, lo que, según los sindicatos, contradice el objetivo de ofrecer una educación uniforme. Los sindicatos también critican los planes de reemplazar el actual sistema de titularización por contratos de duración indefinida, considerando que esto generará costos adicionales para el gobierno. Glatigny sostiene que estos cambios estabilizarán a los jóvenes profesores.