Austria reconocerá oficialmente, a partir del 1 de enero de 2026, las profesiones del ámbito de la atención médica como trabajo duro, una decisión histórica adoptada tras años de negociaciones. Esta reforma ofrecerá a los trabajadores del sistema de salud el derecho a jubilarse anticipadamente, teniendo en cuenta las exigencias físicas y emocionales de la profesión. La Ministra de Trabajo, Korinna Schumann, subrayó la importancia de esta decisión para el reconocimiento de la realidad diaria de los cuidadores.
Las condiciones para la jubilación anticipada quedan claras: edad mínima de 60 años, 45 años de contribuciones y al menos 10 años de trabajo duro en las últimas dos décadas. Esta reforma, apoyada por sindicatos y organizaciones profesionales, beneficiará anualmente a aproximadamente 1.000 empleados. El gobierno subrayó que el objetivo no es reducir la fuerza laboral, sino asegurar una protección social adecuada para aquellos que dedican su vida al cuidado de los demás, en paralelo con la mejora de las condiciones laborales en este sector.