Sorin Oprescu, exalcalde de la Capital, fue detenido el 4 de octubre cerca del aeropuerto de Salónica, Grecia, después de haber huido del país hace tres años. Condenado en ausencia a 10 años y 8 meses de prisión por corrupción, invocó su precario estado de salud y las condiciones en las prisiones rumanas. Los tribunales griegos decidieron no arrestarlo, sino colocarlo bajo control judicial, obligándolo a presentarse tres veces al mes en la policía y prohibiéndole salir de Grecia.
Además, Oprescu debe pagar una fianza de 5.000 euros, y su proceso en Grecia comenzará en un máximo de 40 días. La decisión del Tribunal de Justicia de la UE sobre la ejecución de las órdenes de detención europeas complica la situación, pero cada caso se analiza individualmente, dejando espacio para posibles excepciones.
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