El Ministro de Salud, Alexandru Rogobete, declaró que la Inspección Sanitaria del Estado y el Cuerpo de Control verificarán la clínica dental en Bucarest donde una niña de dos años murió tras una anestesia intravenosa. El padre de la niña afirmó que su esposa informó al médico sobre los análisis anormales del niño, pero el médico insistió en que se presentara a la intervención. Después de la anestesia, la niña entró en paro cardiorrespiratorio, y los padres fueron informados solo después de una hora.
La clínica comunicó que ha realizado con éxito más de 1.700 procedimientos similares en los últimos 11 años, sin incidentes anteriores. El Ministerio de Salud colaborará con el Colegio de Médicos para establecer las circunstancias exactas del incidente. Rogobete subrayó que las intervenciones quirúrgicas pueden tener efectos secundarios y espera datos precisos para trazar conclusiones.
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