
El presidente Nicușor Dan promulgó el miércoles una ley que introduce regulaciones destinadas a mejorar la seguridad de los pacientes y del personal médico en las unidades sanitarias públicas y privadas. Según las nuevas regulaciones, cada sala destinada a la internación de pacientes deberá estar equipada con botones de pánico, que activarán alertas en caso de emergencias médicas o situaciones de peligro inminente, siendo especialmente útiles para los pacientes inmovilizados.
Además, la ley prevé la instalación de sistemas de vigilancia por video en las secciones de Anestesia y Terapia Intensiva (ATI), en las unidades de urgencias y en aquellas destinadas a pacientes cardíacos críticos. El objetivo de estas medidas es asegurar el cumplimiento de los protocolos médicos y ofrecer un entorno más seguro tanto para los pacientes como para el personal médico, desalentando así las agresiones en los hospitales.
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