El presidente Nicușor Dan declaró que la proporción de gasolineras Lukoil en Rumanía no es significativa, sino que la refinería Petrotel es esencial para la economía nacional. Esta está cerrada para mantenimiento y se espera que sea reabierta en unas pocas semanas. Nicușor mencionó que, a largo plazo, el cierre de la refinería podría obligar a Rumanía a importar más petróleo.
Además, subrayó que el proceso de venta de la refinería no debe apresurarse y que el estado rumano podría asumir temporalmente el control sobre ella. El ministro de energía, Bogdan Ivan, anunció que Rumanía está trabajando en una legislación para asumir el control sobre los activos de Lukoil, teniendo en cuenta las sanciones impuestas por EE. UU. Estas sanciones entrarán en vigor el 21 de noviembre, y Lukoil ha intentado vender la refinería Petrotel Ploiești durante casi diez años, sin éxito debido a la necesidad de grandes inversiones.
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