Orban reaccionó a los comentarios de Nicușor Dan, quien describió la situación de su destitución del cargo de consejero presidencial como una "telenovela". Este reconoció que hubo "diferencias de posicionamiento" entre ellos, pero subrayó que su vida no se asemeja a una telenovela. Explicó que no escuchó al líder del PSD, Sorin Grindeanu, y criticó al partido por sus acciones, incluido el voto de los jueces nombrados por el PSD en contra de la reforma de las pensiones de los magistrados. Ludovic Orban mencionó que tuvo un enfoque diferente en la campaña para la alcaldía de la capital, considerando que el presidente no debería ser utilizado como agente electoral. Al final, afirmó que no tiene reproches hacia el presidente y que no le guarda rencor, subrayando que una separación amistosa habría sido ideal.
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