Un inquilino del edificio de Rahova, afectado por una explosión, impugna las afirmaciones de Distrigaz, que sostiene que el sello fue roto por personas no autorizadas. El hombre cuenta que una empresa recomendada por Distrigaz vino y rompió el sello, dejando escapar gas sin verificar los apartamentos. Los trabajadores solicitaron 1.500 lei por la intervención, pero se fueron cuando los inquilinos se negaron a pagar, dejando el olor a gas en el inmueble.
El inquilino acusa a las autoridades de negligencia, mencionando que el gas se acumuló en las columnas, provocando la explosión. Distrigaz ha confirmado que el sello fue roto, pero sostiene que sus equipos llegaron en el momento de la deflagración. El inquilino considera que la intervención de la empresa fue defectuosa y que las autoridades no reaccionaron adecuadamente a las señales de alarma.