Un hombre de 59 años, de la comuna Bălănoaia, en el condado de Giurgiu, fue declarado desaparecido el 4 de noviembre. Después de dos días de búsqueda, la policía descubrió su cuerpo en una fosa séptica desactivada, a una profundidad de tres metros, en el sitio de una antigua cooperativa agrícola donde se refugia su hermano. Inicialmente, se sospechó que el hombre podría haberse ahogado en un charco, pero las búsquedas no tuvieron éxito en esa zona.
Ahora, las autoridades investigan las circunstancias de la muerte, teniendo sospechas de que el hombre no llegó accidentalmente a la fosa séptica. Se ha abierto un expediente penal por homicidio, y la necropsia determinará la causa de la muerte y si hay signos de violencia en el cuerpo de la víctima.