En el marco de un evento, el ministro Bogdan Ivan fue preguntado sobre la crisis de Lukoil y los posibles aumentos de los precios de los combustibles. Afirmó que Rumanía dispone de suficientes reservas de combustibles y que la refinería local tiene capacidad no utilizada, lo que hace que el aumento de los precios no esté justificado. El gobierno colabora con varios ministerios para adaptar las sanciones internacionales a la legislación nacional y para minimizar el impacto en la economía.
Ivan mencionó que varias empresas, incluyendo MOL y Carlyle, están interesadas en la adquisición de los activos de Lukoil, y que las deudas de la empresa con el estado ascienden a cientos de millones de lei. La nacionalización no está excluida, pero la decisión final se tomará tras la evaluación de la situación. El ministro subrayó que cualquier aumento de los precios no está justificado y que el Ministerio de Energía ha reducido el número de puestos ocupados en un 13% para cumplir con los requisitos del gobierno.