El detectorista George Ștefan Andreescu ha descubierto cuatro pulseras de oro, con una antigüedad de aproximadamente 3.300 años, en un bosque del condado de Gorj. Las piezas, que pesan en total aproximadamente 36 gramos, fueron encontradas alrededor de un árbol y datan de la época tardía de la Edad del Bronce, asociadas con la cultura tracia.
George Ștefan Andreescu, apasionado de la detección de metales desde 2018, declaró que el descubrimiento fue inesperado y entregó las pulseras al Museo Judío 'Alexandru Ștefulescu' de Târgu Jiu, donde serán peritadas y propuestas para su clasificación como Tesoro del Patrimonio Cultural Nacional. Su esposa, Mihaela, expresó orgullo por el logro de su esposo, subrayando la importancia del descubrimiento para el patrimonio cultural rumano.
Fuentes