El Ministro de Salud, Alexandru Rogobete, ha anunciado un control del Cuerpo de Control y de la Inspección Sanitaria Estatal en el Hospital de Psiquiatría de Târnaveni, tras recibir denuncias sobre las condiciones inhumanas en las que se encuentran los pacientes. Paralelamente, se están buscando espacios para reubicarlos con el fin de proteger su salud. La policía de Mureș ha abierto un expediente penal por negligencia en el servicio, después de que organizaciones de derechos de personas con discapacidad señalaran graves irregularidades.
Una visita no anunciada reveló una extrema suciedad, pacientes en condiciones degradantes y carencias materiales. El hospital ha declarado que su actividad se lleva a cabo de acuerdo con los estándares, pero se compromete a mejorar las condiciones de alojamiento y atención.
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