Ciprian Ciucu expresa su visión para un Bucarest que respira, caracterizado por orden y claridad. Él aprecia las ciudades ordenadas, donde nada es agresivo desde el punto de vista visual o auditivo, abogando por un entorno urbano ordenado y coherente. En su opinión, una ciudad bien organizada influye positivamente en el estado mental de los habitantes, contribuyendo a su felicidad y calma. Ciucu considera que el orden es una cuestión moral y cívica, relacionada con el respeto por las reglas y el espacio público.
Su visión incluye limpieza, espacios verdes, digitalización y rehabilitación urbana, todos unidos por el principio de claridad. Aspira a un Bucarest con calles sin caos, barrios aireados y reglas aplicadas de manera uniforme, para traer un sentimiento de normalidad europea. En conclusión, Ciucu desea una ciudad que no agote, sino que ayude a los ciudadanos a vivir mejor.