Un análisis muestra que los menores de 16 años son agredidos por vídeos nocivos en las redes sociales, lo que preocupa a las familias y exige una regulación más estricta.

Un análisis encargado por la familia de una adolescente británica que se suicidó pone de relieve la exposición de los menores de 16 años a contenidos nocivos en las redes sociales, especialmente Instagram y TikTok. El padre de la joven, Ian Russell, pide al Gobierno británico que imponga normas más estrictas a las empresas tecnológicas, señalando que el material que vio su hija contribuyó significativamente a su muerte. El estudio detectó un aumento alarmante de vídeos que promueven el suicidio y las autolesiones, lo que tiene un impacto devastador en los jóvenes.