El primer ministro Ilie Bolojan declaró que no se ha llegado a una solución en las discusiones de Cotroceni sobre las pensiones de los magistrados. Destacó que la pensión media de los magistrados es de aproximadamente 5.000 euros, en contraste con la pensión media de la población, que es de solo 500-600 euros. Bolojan subrayó la necesidad de corregir estas discrepancias para asegurar un sistema de pensiones justo y sostenible en el futuro. Advirtió que, en los próximos años, el número de la población activa disminuirá significativamente, lo que afectará el futuro de Rumanía. El primer ministro propuso una variante de pensión de 3.200 euros para los magistrados, considerando que esto les ofrecería una vejez digna, teniendo en cuenta que es una suma que pocos rumanos reciben después de una vida de trabajo.
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