Una fábrica de productos químicos en Krasnozavodsk, Rusia, fue atacada por drones ucranianos como parte de una campaña para perturbar la logística rusa.

Drones ucranianos atacaron una fábrica química en Krasnozavodsk, 88 km al noreste de Moscú, que produce productos químicos industriales y militares. El ataque forma parte de la estrategia ucraniana de interrumpir la producción y las líneas de suministro de armas rusas. Aunque el Ministerio de Defensa ruso declaró haber interceptado 91 drones en varias regiones, las autoridades rusas no han confirmado el ataque a la fábrica. Está afiliada al conglomerado Rostec y desempeña un papel clave en el complejo industrial de defensa de Rusia.