6 marzo 10:33
El poder de los sondeos de opinión y el riesgo de manipulación
Remus Ștefureac

Opiniones
Foto INSCOP Research
Los sondeos de opinión son vitales en un régimen democrático, ya que constituyen una poderosa herramienta de legitimación de las decisiones porque hacen llegar la voz de los ciudadanos a los responsables políticos, sin que la filtren los medios de comunicación, las burbujas de las redes sociales, las comunidades de aduladores o los asesores deseosos de mantener vivos a los clientes, aunque sólo sea en las máquinas.
En tiempos críticos, la importancia de los sondeos de opinión crece exponencialmente. Por eso los actores políticos tienden a veces a secuestrarlas, a utilizarlas como herramienta de manipulación, a veces con la ayuda directa de quienes las realizan o las asesoran (y las asesoran mal, porque la lealtad a un cliente implica ante todo que éste sepa cuándo le va mal en los sondeos para encontrar la manera de mejorar, si es posible).
Por desgracia, estos días continúa la farsa de las encuestas malas y manipuladoras que vimos el año pasado (tanto las publicadas como, irónicamente, las no publicadas que se entregan a los clientes como esteroides falsificados).
Y si el año pasado algunos no tenían ni idea de cuáles podían ser las consecuencias de tales acciones, este año es probable que las consecuencias sean francamente catastróficas, y tales operaciones totalmente irresponsables nos afectarán a todos (desde el Estado hasta la sociedad).
En tiempos críticos, la importancia de los sondeos de opinión crece exponencialmente. Por eso los actores políticos tienden a veces a secuestrarlas, a utilizarlas como herramienta de manipulación, a veces con la ayuda directa de quienes las realizan o las asesoran (y las asesoran mal, porque la lealtad a un cliente implica ante todo que éste sepa cuándo le va mal en los sondeos para encontrar la manera de mejorar, si es posible).
Por desgracia, estos días continúa la farsa de las encuestas malas y manipuladoras que vimos el año pasado (tanto las publicadas como, irónicamente, las no publicadas que se entregan a los clientes como esteroides falsificados).
Y si el año pasado algunos no tenían ni idea de cuáles podían ser las consecuencias de tales acciones, este año es probable que las consecuencias sean francamente catastróficas, y tales operaciones totalmente irresponsables nos afectarán a todos (desde el Estado hasta la sociedad).