22 agosto 16:25

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El joven, casado desde hacía dos meses, estaba de vacaciones con su mujer y unos amigos cuando empezó a sentirse mal en el agua poco profunda. Un amigo le vio flotando e intervino, pero, aunque consiguió ponerse en pie en la playa, enseguida quedó inconsciente. Su esposa, Eliza, dijo que se negaba a creer que se hubiera ahogado, señalando que había pedido ayuda. Los esfuerzos de reanimación de los socorristas fueron en vano. El hombre participaba activamente en la comunidad y era licenciado en ciencias políticas.