The Economist | Por qué Rumanía expulsó a un candidato presidencial prorruso.
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Cree que los nanobots se introducen en secreto en las latas de Pepsi. Covid no existe y los alunizajes han sido falsificados. Cree que hay una batalla política global entre Satán y el Arcángel Miguel. Admira a Vladimir Putin y detendría la ayuda a Ucrania.
El 8 de diciembre, Călin Georgescu podría haber sido elegido presidente de Rumanía. Pero dos días antes, el Tribunal Constitucional del país anuló las elecciones y ordenó que se reiniciaran desde cero. Los rumanos están divididos entre los que creen que el tribunal ha salvado su democracia y los que creen que ha sido socavada.
Antes de la primera vuelta, Călin Georgescu obtenía alrededor del 5% en las encuestas. Pero en la primera vuelta de las elecciones, el 24 de noviembre, logró ganar con un 23%.
¿Cómo llegó Georgescu de la nada al primer puesto en dos semanas?
El 28 de noviembre, los servicios de inteligencia rumanos presentaron pruebas de financiación ilegal de la campaña, uso ilegal de las redes sociales y "acciones híbridas rusas" contra la infraestructura de Internet del país. El tribunal dijo que anulaba las elecciones porque se había "desinformado" a los votantes y porque Georgescu se había beneficiado ilegalmente de "la explotación abusiva de los algoritmos de la plataforma de medios sociales - Tik Tok''.
Su material de campaña no estaba correctamente etiquetado y se había "distorsionado" la voluntad de los votantes.
Por ello, el tribunal decidió anular las elecciones.