Los empleados del aparato de trabajo del Gobierno protestan espontáneamente en la Plaza de la Victoria, exigiendo un diálogo social real y el respeto de sus derechos.

Los empleados del Gobierno, miembros del sindicato SAALG, han interrumpido su actividad y se han reunido en la Plaza de la Victoria para protestar junto a otras federaciones sindicales. Ellos expresan su descontento con respecto a las medidas del ejecutivo, considerando que estas pueden llevar a un bloqueo en el sector público. Los sindicalistas exigen consultas reales antes de la adopción de medidas que afecten la función pública y piden el respeto de los derechos fundamentales, incluyendo estabilidad y condiciones de trabajo decentes. Si sus demandas no son escuchadas, amenazan con una huelga general.