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Hăncescu declaró que el sistema educativo es el más afectado por las recientes medidas fiscales y que las protestas comenzarán con la apertura del año escolar frente al Palacio Victoria y Cotroceni. Acusó al Gobierno de ignorar la educación por ahorros mínimos y cuestionó las afirmaciones del primer ministro sobre la reducción de la carga docente. FSLI espera una movilización masiva, estimando casi 30,000 participantes en las protestas. Hăncescu subrayó la necesidad de volver a la normalidad y advirtió que, sin solución, seguirán protestas en la calle y posiblemente una huelga general.