Se acusa a un estudiante de 17 años de Bucarest de enviar cientos de mensajes con amenazas de bomba a escuelas estadounidenses.

Fue puesto bajo arresto domiciliario después de que un juez de Nueva York dictara una orden de detención preventiva contra él. Los agentes del FBI sospechan que envió falsas amenazas de bomba a escuelas y sinagogas de Estados Unidos y el Reino Unido. También se le acusa de influir en adolescentes estadounidenses para que creen material pornográfico y se autolesionen.