El jueves por la mañana, a las 08:34, se produjo un terremoto de magnitud 3,7 en la escala de Richter en la zona sísmica de Vrancea, a una profundidad de 138,7 kilómetros, según el Instituto Nacional de Física de la Tierra (INFP). El sismo se sintió en las cercanías de las ciudades de Focșani, Buzău, Sfântu-Gheorghe, Brașov, Ploiești y Bacău.
Este es el tercer terremoto en Rumanía en los últimos dos días, después de que el miércoles se produjeran dos sismos: uno de 4,0 en el condado de Satu Mare, que provocó caídas de ladrillos y grietas en las paredes de un liceo, y otro de 3,3 en el condado de Buzău. Por motivos de seguridad, los estudiantes de dos escuelas en Satu Mare fueron evacuados. Un sismólogo habló sobre las zonas sísmicas peligrosas en Rumanía, además de Vrancea, que podrían verse afectadas por terremotos fuertes.
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