El Gobierno turco ha propuesto nuevos impuestos que supondrían unos ingresos adicionales de 7.000 millones de dólares para cubrir el déficit presupuestario causado por los terremotos de 2023.

Las propuestas fiscales se dirigen principalmente a las empresas y son un intento de cubrir el déficit presupuestario causado por los gastos suntuarios y los terremotos de 2023. El plan representa la mayor reforma fiscal en una generación y forma parte de un cambio de política económica supervisado por el ministro de Hacienda y Finanzas, Mehmet Simsek.