Turquía consolida su influencia en los Balcanes mediante acuerdos militares con países como Albania, Kosovo, Macedonia del Norte y Rumanía, con el objetivo de tener una presencia permanente cerca de Grecia.

Mediante una serie de acuerdos militares bilaterales, Turquía está ampliando su influencia geopolítica en los Balcanes, siguiendo la doctrina de la "profundidad estratégica". El importante acuerdo con Albania, valorado en 3.500 millones de dólares, incluye el despliegue de aviones no tripulados Bayraktar TB2 y la creación de bases militares. Del mismo modo, Turquía está intensificando sus actividades en Kosovo, Macedonia del Norte y Rumanía, ofreciendo programas de armamento e incluso tropas. La reacción de Grecia ha sido pasiva, lo que plantea interrogantes sobre su estrategia diplomática mientras Turquía forja un "arco militar" en la región, alterando el equilibrio de poder.