El presidente de EE. UU., Donald Trump, tras la publicación de unos correos electrónicos desconocidos anteriormente por parte de los demócratas de la Cámara de Representantes, ha sido asociado con un nuevo apodo: "Dirty Donald".
Los mensajes, enviados por el delincuente sexual condenado Jeffrey Epstein entre 2011 y 2018, contienen descripciones negativas sobre Trump, incluyendo afirmaciones como "el perro que aún no ha ladrado es Trump" y caracterizaciones como "malo más allá de cualquier imaginación".
Después de la publicación de estos correos electrónicos, los usuarios de las redes sociales comenzaron a usar el apodo "Dirty Donald", que ganó popularidad rápidamente. Aunque los partidarios demócratas promovieron esta etiqueta, Trump y su equipo rechazaron los mensajes como una farsa política, negando cualquier acusación y catalogando toda la situación como una invención de los demócratas.