
Rusia lanzó en la noche del miércoles al jueves un ataque masivo contra la infraestructura energética de Ucrania, utilizando 320 drones y 37 misiles. Varias regiones, incluidas Járkov, Poltava y Kiev, fueron objetivo, provocando cortes de electricidad en ocho regiones y la detención de algunas instalaciones de producción de gas natural. Según DTEK, una instalación fue dañada en Poltava, y Naftogaz informó sobre la interrupción del funcionamiento de algunos objetivos de importancia crítica.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski declaró que Rusia "se aprovecha de cada día de este otoño para golpear la infraestructura energética", advirtiendo sobre una intensificación de los ataques a medida que se acerca el invierno. En el contexto del deterioro de la red, Zelenski se está preparando para solicitar apoyo militar de Estados Unidos.
Rusia sostiene que solo apunta a objetivos militares, mientras que Ucrania continúa atacando instalaciones petroleras en Rusia con drones.
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