El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa declaró que la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de boicotear la cumbre del G20 en Johannesburgo es una 'pérdida' para EE. UU. Las tensiones entre los dos países han aumentado debido a las acusaciones infundadas de EE. UU. sobre la persecución de la minoría blanca Afrikaner y la demanda de responsabilidad de Israel por el genocidio en Gaza. Ramaphosa subrayó que las políticas de boicot no funcionan y reafirmó el compromiso de Sudáfrica de continuar el caso contra Israel en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), a pesar del alto el fuego en Gaza.
También mencionó que la cumbre del G20 se llevará a cabo independientemente de la ausencia de EE. UU., que así pierde un papel importante en la escena internacional. Las relaciones entre EE. UU. y Sudáfrica están en su nivel más bajo desde el final del apartheid en 1994, y los comentarios de Trump han sido considerados por el gobierno sudafricano como el resultado de desinformación.