 
            Decenas de miles de ultraortodoxos, conocidos como haredim, llenaron las calles de Jerusalén el jueves, protestando contra los planes de reclutamiento militar. Este movimiento refleja las profundas divisiones en la sociedad israelí y amenaza la estabilidad del gobierno de Benjamin Netanyahu, que depende del apoyo de los partidos ultraortodoxos. La protesta llevó al cierre de las principales vías de acceso y a la movilización de más de 2,000 oficiales de policía.
Los haredim se oponen al reclutamiento, considerando que el estudio en seminarios religiosos es su principal deber. Las excepciones al reclutamiento datan de 1948, pero se han ampliado a lo largo de las décadas, provocando descontento entre la población general, especialmente en el contexto del conflicto en Gaza. Aunque las elecciones están programadas para noviembre, Netanyahu podría verse obligado a convocar elecciones anticipadas debido a las tensiones relacionadas con el reclutamiento. La protesta fue una señal de unidad de la comunidad haredim, que teme la presión interna y posibles compromisos.
 
                             
                             
                             
             
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