Un proceso reciente presentado ante un tribunal en Texas acusa a las empresas Johnson & Johnson y Kenvue de ocultar los riesgos asociados con el uso de paracetamol durante el embarazo, a pesar de los posibles efectos negativos en los niños, como el autismo y el TDAH. Estas afirmaciones han sido respaldadas por el presidente Donald Trump y el secretario de Salud, Robert F. Kennedy, aunque no han sido validadas por la comunidad médica. Trump ha advertido a las mujeres embarazadas que utilicen paracetamol solo en caso de necesidad.
Kenvue, que posee los derechos sobre los productos sin receta médica, ha declarado que el paracetamol es seguro para las mujeres embarazadas, pero recomienda consultar al médico antes de su uso. El proceso sostiene que Johnson & Johnson intenta evadir la responsabilidad mediante la transferencia ilegal de obligaciones, violando así las leyes contra el fraude en Texas.
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