3 horas antes
Internacional
Qatar Ministry of Foreign Affairs / AP / Profimedia
Pakistán y Afganistán están implicados en un conflicto de seguridad intensificado, cada uno acusándose mutuamente de agresión durante los recientes enfrentamientos, los más violentos en los últimos años. Estas tensiones han suscitado preocupaciones en la región, donde grupos armados como Al Qaeda intentan regresar. Pakistán acusa a Afganistán de descuidar a los militantes que cruzan la frontera para llevar a cabo ataques, acusación rechazada por los talibanes afganos. Las recientes negociaciones, llevadas a cabo en Estambul, buscan transformar un frágil alto el fuego en un marco duradero de paz y seguridad en la frontera. A pesar de las discusiones, Pakistán ha informado sobre la muerte de 25 militantes durante intentos de infiltración, y cinco soldados paquistaníes han muerto en intercambios de fuego. Los medios de los talibanes han informado que la parte afgana propuso un proyecto de acuerdo que prohíbe la violación del territorio afgano por parte de Pakistán. Los comentarios de Trump sobre la mejora de las relaciones entre los dos países podrían energizar el liderazgo político y militar de Pakistán, que busca un acercamiento a los Estados Unidos. Las regiones fronterizas de Pakistán han sido afectadas por la violencia desde 1979, cuando el país se convirtió en un estado de primera línea en la guerra respaldada por EE. UU. contra la Unión Soviética en Afganistán.