Estudio genético sobre Adolf Hitler rechaza la teoría del abuelo judío y confirma problemas médicos y posibles trastornos neuropsiquiátricos

Los investigadores han analizado un trozo de tela impregnada con la sangre de Adolf Hitler, proveniente del sofá en el que se suicidó, y han establecido que el rumor de que el dictador tenía un abuelo judío es falso. Esta investigación, dirigida por la genetista Turi King de la Universidad de Bath, se presenta en el documental "El ADN de Hitler: el plano de un dictador". El análisis de ADN ha mostrado correspondencias genéticas entre Hitler y la línea masculina de su familia, lo que contradice el rumor de una relación extramatrimonial entre su abuela y un empleador judío.

Además, las investigaciones sugieren que Hitler sufría del síndrome de Kallmann, que se manifiesta a través de un nivel bajo de testosterona y anomalías en los órganos sexuales, incluida la criptorquidia. Esto confirma los documentos históricos que mencionan sus problemas anatómicos. También, las pruebas de ADN han mostrado una predisposición aumentada al autismo, la esquizofrenia y el trastorno bipolar, aunque los investigadores subrayan que estos trastornos no pueden explicar sus políticas devastadoras.