Destinos turísticos como Venecia, Barcelona y Nueva Zelanda están introduciendo impuestos para gestionar el impacto negativo del turismo.

Las tasas turísticas se utilizan para financiar infraestructuras locales y minimizar el impacto del turismo en el medio ambiente y la comunidad local. Algunos de estos impuestos ya están en vigor, como el aumento de la tasa turística de Barcelona, mientras que otros aún no lo están, como la tasa de entrada a Venecia.