El 23 de octubre, Lituania convocó al encargado de negocios de la Embajada de Rusia en Vilnius, expresando una protesta oficial ante la violación de su espacio aéreo por parte de dos aviones rusos. El Ministerio de Relaciones Exteriores lituano subrayó que Rusia debe cesar su comportamiento agresivo y respetar las fronteras de los estados vecinos. Los aviones, un Sukhoi SU-30 y un IL-78, ingresaron al espacio aéreo lituano desde la enclava rusa de Kaliningrado, siendo interceptados por aviones de la OTAN.
El presidente de Lituania, Gitanas Nausėda, denunció la incursión como una violación flagrante del derecho internacional, subrayando la necesidad de fortalecer la defensa aérea europea. El primer ministro lituano declaró que el país está preparado para defenderse, mientras que funcionarios de Estonia y Letonia expresaron solidaridad. El incidente fue precedido por otras violaciones similares en la región, aumentando las preocupaciones sobre el comportamiento de Rusia.