En los últimos dos meses, cuatro hombres de Venezuela han sido asesinados en ataques del ejército estadounidense, que sostiene que estos operaban barcos de tráfico de drogas. Entre las víctimas se encuentran un pescador, un criminal de carrera, un ex cadete militar y un conductor de autobús, todos provenientes de ciudades costeras, escribe el diario británico Independent. Aunque la administración Trump los considera narcoterroristas, los lugareños afirman que la mayoría eran trabajadores que buscaban sobrevivir en condiciones económicas difíciles.
Los ataques han llevado a la muerte de más de 60 personas desde septiembre, y las familias de las víctimas se quejan de la falta de información y del hecho de que no han tenido un juicio justo. El gobierno venezolano ha condenado los ataques, llamándolos ejecuciones extrajudiciales, y ha negado la existencia de traficantes en el país. Estados Unidos, por otro lado, continúa justificando los ataques, sosteniendo que han salvado vidas estadounidenses. Las víctimas, incluidos Robert Sánchez, un pescador, y Luis 'Che' Martínez, un mafioso menor, estaban involucrados en actividades de contrabando por motivos financieros, sostienen conocidos, en el contexto de la economía devastada por la crisis en Venezuela.