Julia Wandelt, una joven polaca de 24 años, fue declarada culpable de acosar a los padres de Madeleine McCann, desaparecida en 2007, pero fue absuelta de la acusación de acoso persistente. Entre junio de 2022 y febrero de 2025, Wandelt contactó repetidamente a la familia McCann, enviando cartas y haciendo llamadas telefónicas, afirmando que era su hija. Aunque nació después de la desaparición de Madeleine, ella sostuvo que fue secuestrada y criada por otra familia.
Durante el juicio, la familia McCann describió el impacto emocional del acoso, y Wandelt afirmó que tiene recuerdos de su infancia con la familia McCann. Fue arrestada después de que una prueba de ADN confirmara que no es Madeleine. La jueza mencionó que Wandelt ya había estado en prisión preventiva más tiempo del que sería la pena máxima por acoso. Su coacusada, Karen Spragg, fue absuelta de acusaciones similares.
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