El 12 de noviembre, un incidente inusual tuvo lugar en el Aeropuerto de Hanamaki en la prefectura de Iwate, Japón, cuando un pequeño oso pardo fue observado corriendo por la pista mientras un avión aterrizaba. Las autoridades locales suspendieron los vuelos durante más de una hora, y las cámaras de seguridad capturaron el momento. Aunque la policía y el personal del aeropuerto revisaron la zona, el oso no fue encontrado, y las actividades aeroportuarias volvieron a la normalidad. Este incidente se suma a una serie de encuentros con osos en Japón, donde viven casi 60,000 osos.
En 2025, 13 personas murieron a causa de ataques de osos, lo que llevó a la movilización del ejército y la policía para proteger a la población. Las autoridades revisaron las regulaciones para permitir que los policías usen rifles contra los osos. Las campañas se centran en áreas con ataques frecuentes, y se implementan medidas de prevención para evitar que los osos entren en las localidades. La escasez de alimentos y la despoblación rural contribuyen a la expansión del territorio de los osos en las ciudades.