Más de 100,000 personas participaron en una manifestación convocada por Tommy Robinson por la libertad de expresión, con un énfasis en la inmigración ilegal.

La manifestación en Londres, organizada por el activista de extrema derecha Tommy Robinson, reunió a más de 110,000 participantes, exigiendo libertad de expresión y la dimisión del primer ministro Keir Starmer. El evento estuvo marcado por protestas antiinmigración, con la presencia de figuras de la derecha, como Steve Bannon y Eric Zemmour. Los manifestantes expresaron preocupaciones relacionadas con los cambios demográficos y la inmigración ilegal, mientras que una contramanifestación organizada por Stand Up To Racism UK tuvo lugar en paralelo. Más de mil oficiales de policía fueron desplegados para garantizar el orden.