El viernes, el Reino Unido decidió otorgar una licencia especial que permite la continuación de las relaciones comerciales y financieras con dos entidades búlgaras propiedad de la compañía rusa Lukoil, a saber, Lukoil Neftochim Burgas AD y Lukoil Bulgaria EOOD. Esta decisión se produce un mes después de que Londres impusiera sanciones contra las compañías petroleras rusas, incluida Lukoil, medida que también fue respaldada por Estados Unidos.
En el contexto de estas sanciones, Bulgaria se enfrenta al riesgo de agotamiento de las reservas de gasolina y diésel en unas pocas semanas, según declaraciones del jefe de la Agencia Nacional de Reservas de Estado, Assen Asenov. Además, fuentes de Reuters sugieren que EE. UU. podría emitir una derogación similar para las entidades búlgaras, y el líder de la coalición de gobierno en Bulgaria, Boyko Borissov, ha expresado la esperanza de obtener una excepción de seis meses de las sanciones estadounidenses.