Las autoridades estonias están instalando puertas y barreras metálicas para bloquear el tráfico entre Narva e Ivangorod, mejorando así la seguridad fronteriza.

Estonia está aplicando mayores medidas de seguridad en el paso fronterizo de Narva-Ivangorod mediante la instalación de puertas metálicas y barreras retráctiles. Las obras, según Antti Eensalu, jefe del puesto fronterizo, pretenden impedir los cruces no autorizados y controlar mejor la situación, especialmente en caso de migración. La infraestructura debería estar terminada a finales de septiembre, tras la preocupación suscitada por los ataques híbridos rusos.