El Partido Laborista británico, en el poder, sufrió una pérdida significativa el viernes, cediendo un escaño en el parlamento regional de Gales, un bastión tradicional del mismo. En las elecciones parciales de Caerphilly, en el sur de Gales, el Partido Laborista obtuvo solo el tercer lugar, con solo el 11% de los votos, un rendimiento decepcionante dado que nunca había perdido este escaño hasta ahora. El candidato nacionalista galés Plaid Cymru ganó, seguido por el partido anti-inmigración Reform UK, liderado por Nigel Farage, que obtuvo el 36% de los votos. Lindsay Whittle, el candidato ganador, afirmó que los votos del Partido Laborista "se han evaporado".
Esta pérdida refleja una drástica disminución de la popularidad del Partido Laborista bajo el liderazgo de Keir Starmer, quien enfrenta importantes desafíos antes de las elecciones locales de mayo del próximo año, en un contexto en el que el Partido Nacional Escocés es favorito para permanecer en el poder.
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