El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha anunciado que investigará los vínculos de Jeffrey Epstein con el ex presidente Bill Clinton y con JPMorgan, tras una solicitud del presidente Donald Trump. Esta decisión se produce después de la publicación de documentos que plantean preguntas sobre la relación de Trump con Epstein. La fiscal general Pam Bondi ha declarado que Jay Clayton, el fiscal federal de Manhattan, dirigirá la investigación. Trump ha utilizado esta situación para desviar la atención de su propia implicación con Epstein, subrayando que el escándalo es un problema de los demócratas.
Aunque no hay pruebas creíbles de que Clinton o sus aliados estuvieran involucrados en las actividades ilegales de Epstein, Trump ha pedido que se les investigue, considerándolos rivales políticos. Además, JPMorgan ha pagado recientemente 290 millones de dólares a las víctimas de Epstein, reconociendo que ignoró las señales de alarma relacionadas con su comportamiento. Esta investigación podría socavar los casos penales existentes, según expertos en derecho.