En 2025, Myanmar alcanzó el nivel más alto de cultivo de amapola de opio de la última década, con una superficie de 53,100 hectáreas, un aumento del 17% respecto al año anterior, según el informe de la UNODC. Esta expansión fue impulsada por la guerra civil y el aumento de los precios del opio, que superaron los 329 dólares por kilogramo. Myanmar se convierte así en el principal proveedor de opio a nivel mundial, especialmente tras la disminución de la producción en Afganistán.
Además, el país es el mayor productor de metanfetamina, y la heroína de Myanmar comienza a llegar a los mercados europeos, reemplazando los suministros de Afganistán. Delphine Schantz, representante de la UNODC, destacó que sin alternativas viables de vida, los agricultores continuarán dirigiéndose al cultivo de amapola, profundizando el ciclo de pobreza y dependencia de actividades ilícitas.
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