Friedrich Merz, el canciller alemán, declaró que Europa debe reducir su dependencia de los Estados Unidos en la política de seguridad, como reacción a la nueva estrategia de seguridad nacional de EE. UU., que contiene críticas severas hacia los estados europeos. Merz subrayó que Europa debe asumir la responsabilidad de proteger la democracia y afirmó que algunos aspectos de la estrategia americana son inaceptables desde la perspectiva europea. Mencionó que EE. UU. necesita socios, y Europa puede ser uno de ellos. También criticó las afirmaciones en el documento americano que sugieren una "desaparición civilizacional" de Europa, afirmando que los europeos pueden salvar la democracia sin la ayuda de los americanos. Merz destacó que los problemas que enfrenta Europa, como la censura y la pérdida de la identidad nacional, son preocupaciones legítimas, pero no requieren intervención americana.
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