Friedrich Merz, el canciller alemán, declaró que un acuerdo de paz para Ucrania no puede ser realizado sin el consentimiento de Kiev y de Europa, subrayando que Europa es un actor soberano que persigue sus propios intereses. En un discurso en el Bundestag, afirmó que las decisiones relacionadas con los asuntos europeos deben ser tomadas de común acuerdo, rechazando la idea de una paz negociada sin la implicación de Ucrania.
Merz insistió en que la paz no debe ser obtenida mediante la capitulación, sino sobre la base de los valores democráticos. También anunció un aumento de la ayuda financiera para Ucrania a 11,5 mil millones de euros hasta 2026. En contraste, el Kremlin calificó los esfuerzos europeos por mediar en el conflicto como "inútiles".