Rusia ha implementado recientemente una serie de aumentos de impuestos para consolidar sus finanzas en el contexto de la guerra en Ucrania, afectando especialmente a las pequeñas empresas. El nuevo régimen fiscal, que incluye una reducción del umbral de ingresos para la exención del IVA, entrará en vigor en 2026, y las estimaciones sugieren que aproximadamente 700,000 emprendedores, es decir, una décima parte del sector de las pequeñas empresas, se verán afectados. Las medidas fiscales, incluida el aumento de la tasa general del IVA del 20% al 22%, están destinadas a generar ingresos adicionales para cubrir los gastos militares, pero los emprendedores temen que estos costos adicionales afecten gravemente sus negocios.
Los organismos representativos de las pequeñas empresas, como Opora, han solicitado la modificación de las propuestas fiscales, subrayando que estas llevarán al cierre de muchos negocios y a un aumento de la economía informal. El Ministro de Finanzas ha declarado que está abierto a ajustes, pero no ha ofrecido detalles claros. Los emprendedores, que ya se sienten presionados por los costos, piden al gobierno que se concentre en la tributación de las grandes empresas, no de las pequeñas.
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